Con la llegada del inicio de clases, y con ello, cursadas, exámenes y muchas horas de estudio, una gran mayoría de los estudiantes cambian su rutina diaria y su escala de prioridades, rescindiendo horas de sueño, actividad física y buena alimentación. Errores críticos cuando se trata de la salud física-mental, impactando directamente en el rendimiento académico.

Hoy queremos hablarte de la importancia del sueño para los estudiantes.

Lo primero que debemos destacar es que nuestro cerebro durante el sueño inicia una función de regeneración, proceso de gran importancia para la asimilación de conocimientos y el incremento en la capacidad de la memoria.

Es por eso que cuando no descansamos las horas adecuadas o la calidad de las mismas no es buena, nos sentimos cansados, estresados, ansiosos, irritados incluso deprimidos, provocando una fatiga física y mental, haciendo la tarea de estudiar un desafío casi imposible.

En consecuencia, debemos cuidar nuestras horas de sueño para mejorar nuestra capacidad de concentración y aprendizaje.

A continuación, te brindamos una serie de consejos para empezar a tener noches de sueño reparadoras y mejorar tu desempeño académico:

1) Mantener un horario apropiado para irnos a descansar: Los días previos a un examen son los más caóticos y estresantes. Muchas veces para llegar a leer todo el contenido solemos quedarnos hasta tarde leyendo o despertar a la madrugada, pero lo que no sabemos es que, lo recomendado es descansar un promedio de 8 horas diarias de calidad, es decir, que podemos dormir esa cantidad de horas o más, pero si no logramos un buen descanso, es como si no hubiéramos dormido.

2) Reducir la exposición a las pantallas: Ya es sabido que el uso excesivo de celulares, tablets, computadoras es contra producente para nuestra salud. En el caso del sueño, la manera en que se ve afectado es a través de la luz que emiten estos dispositivos, enviando señales para que no podamos conciliar el sueño. En consecuencia, es recomendable evitar su uso una hora antes de dormir.

3) Descansar en un buen colchón: Nuestro cuerpo descansa un tercio de nuestra vida sobre la superficie de un colchón. De allí la importancia de elegir un buen colchón que nos permita dormir en una posición ergonómica, evitándonos dolores de cabeza, cuello y espalda, fundamental para mantener una correcta postura a la hora de estudiar. Y por supuesto de acuerdo a tus gustos y requerimientos personales, el colchón ideal debe resultarte cómodo y debe adaptarse a vos, y no al revés.

4) Comer sano: Tu cerebro agradece el consumo de nutrientes como el fósforo, las grasas saludables, omega-3, el potasio o el triptófano, todos estos los podemos encontrar en la palta, chocolate amargo, frutos secos, cítricos, huevo, pescado y en verduras rojas, verdes y naranjas. Pero se debe evitar el consumo de altas cantidades de cafeína o estimulantes, debido a sus efectos secundarios en nuestro cuerpo, alterando el sistema nervioso y por ende dificultando nuestro descanso. A su vez, se deben respetar los horarios de las comidas, sobre todo en época de exámenes, hay una tendencia a olvidamos, impidiéndonos llegar a incorporar los nutrientes necesarios para nuestro buen desempeño.